Los Mejores Lugares para Trabajar son aquellos que logran generar culturas que integran a todos los colaboradores independientemente de la posición que cada uno ocupe, la edad, el género, la orientación sexual, etc. Pero esta misión es compleja: ¿Cómo logramos integrar y al mismo tiempo diferenciar a cada grupo dentro de nuestras organizaciones para atender las diversas necesidades de cada persona y lograr que la experiencia laboral sea enriquecedora?
Desde Great Place to Work® quisimos abordar las palancas claves que las organizaciones deberán tener en cuenta para gestionar el clima organizacional del futuro. Existen tres áreas que en el futuro inmediato requerirán atención con esta mirada de gestionar PARA TODOS y a su vez, de manera diferenciada para atender los distintos requerimientos de los colaboradores. La clave está en mantener el foco en los dos niveles.
EQUIDAD
La sensación de Igualdad es una componente esencial en cualquier tipo de entorno de alta confianza. En las organizaciones esto adquiere una claridad indiscutible. La gente seguirá exigiendo, y cada vez más, dado el rotundo ingreso de las nuevas generaciones en ellas, lugares equitativos en donde construir sus carreras.
Entendemos la igualdad como ese lugar en donde TODOS reciben un pago justo, pero también un trato justo y la oportunidad de tener una voz propia que sea escuchada. La necesidad de transparencia es cada vez más un tema prioritario en la agenda de la gente. En este sentido el liderazgo centrado en valores, en donde prime la claridad en las decisiones de los jefes será un aspecto crucial en la gestión de las personas. La posibilidad de recibir un reconocimiento especial para cada miembro de la organización es parte de esa percepción de justicia.
El acceso a la información le ha brindado a la gente la posibilidad de compartir ideas y de crear una fuerza de trabajo mucho más innovadora que antes. La necesidad de continuar estableciendo canales de comunicación es la herramienta más eficaz para seguir por este camino. Esto también genera percepción de transparencia en la experiencia de trabajo de la gente.
Los datos demuestran tímidos crecimientos. Hay que sostenerlos y seguir avanzando en este sendero.
CUIDADO DE LA GENTE
El desarrollo genuino de la gente pasa por diversos lugares dentro de las organizaciones. No se trata solamente de contar con poderosos dispositivos para que los colaboradores avancen en su carrera profesional, sino también por la verdadera preocupación de los líderes por el desarrollo integral de las personas.
La tolerancia, el hecho de fomentar el equilibrio entre la vida personal y laboral, (no sólo dar permisos para retirarse antes), la preocupación por el otro, etc, son factores que influyen al momento de pensar cómo cuidamos a nuestros colaboradores. Para ello, la reflexión de los líderes sobre estos temas, es vital.
Una vez más, los datos muestran cierto crecimiento entre 2012 y 2017. Es necesario poner más foco en estos aspectos.
PERCEPCIÓN DEL PROPÓSITO EN EL TRABAJO
Las personas comienzan a darle un lugar importante a la intención de que el trabajo tenga un sentido más allá de las tareas cotidianas. El ingreso de las nuevas generaciones a las organizaciones potencia esta necesidad que se irá profundizando con el correr del tiempo. Conectar con el propósito del trabajo o con los resultados alcanzados se combina con la oportunidad de realizar voluntariado, logrando del propósito una meta más integral en la vida de las personas.
Si bien las organizaciones toman nota de ello y despliegan múltiples herramientas para conectar gente con propósito, existe una enorme oportunidad de seguir profundizando en esta tendencia.
Como se puede observar, queda mucho camino por recorrer en las áreas identificadas como las claves del clima organizacional para el futuro.
Este camino implica transformaciones fundamentales en cómo las organizaciones encaran la gestión del clima laboral. Para lograr esa transformación, se requiere de voluntad de cambio. Algo a lo que las organizaciones modernas, ya están muy habituadas.
Las áreas de Recursos Humanos tienen en sus manos el desafío de guiar el cambio cultural, de mover a las organizaciones hacia ambientes más colaborativos, de promover planes de desarrollo liderados por los mismos trabajadores y de fomentar el liderazgo de equipos. Para ello, la confianza, es la base de esta transformación.