Adaptarse al cambio es parte de la experiencia del empleado. Y por mucho que el cambio pueda ser incómodo, también es una oportunidad para crecer y mejorar.
Ayudar a su gente a entender, e incluso adoptar, esta relación positiva con el cambio lo ayudará a crear una experiencia excepcional para los empleados. Y cuando se trata de eso, una experiencia positiva de los empleados está en el corazón de su capacidad para ser productivo y ser una organización para la que la gente quiere trabajar durante mucho tiempo.
Desde que surgió Covid-19, hemos estado en medio de uno de los eventos de cambio más significativos que muchos de nosotros hemos visto. El resultado final es que la vida laboral es diferente. Desde nuevos protocolos, hasta el trabajo virtual, hasta tratar con menos trabajadores, el cambio está en todas partes y eso no va a desaparecer.
Como empleadores, es importante comprender cómo este estado de cambio de "nueva normalidad" afecta la experiencia de los empleados y qué puede hacer para ayudar a su gente a adaptarse y prosperar.
Hemos reunido ocho consejos que puede promover y practicar en toda su organización para ayudar a las personas a adaptarse al ritmo inevitable del cambio continuo.
Acepte el cambio
El cambio es realmente parte de la vida. Cuanto más hable sobre aceptar el cambio como parte de su cultura organizacional, mejores personas comprenderán su importancia para crecer y mejorar. Destaque los eventos de cambio dentro de su organización que han dado excelentes resultados. Hable sobre las trampas de mantener el status quo y el riesgo real de quedarse atrás sin cambiar, crecer y mejorar: desde el punto de vista organizativo, esto puede afectar la sostenibilidad y, personalmente, esto puede significar el estancamiento de la carrera.
Tener estas conversaciones regularmente ayuda a las personas a mantenerse mentalmente preparadas cuando surge un evento de cambio significativo.
Plan para el cambio
Más allá de aceptar el cambio, puede mejorar la experiencia de los empleados ayudando a las personas a planificar el cambio. Sea proactivo en su planificación del cambio y haga que la planificación de cambios y contingencias forme parte de su proceso de planificación regular.
Incorpore el uso de herramientas de gestión del cambio y utilícelas regularmente para ayudar a familiarizarse con los procesos utilizados e incorporar el pensamiento de cambio en su cultura y rutinas regulares. Cuando usted indica que ha pensado en el Plan A, B y C e incluyó a su gente en esa planificación, abordarán el cambio con más confianza y experimentarán menos estrés y frustración cuando realmente suceda.
Piensa positivamente
El estrés y la ansiedad en torno al cambio son respuestas naturales. Esto sucede porque las personas temen el cambio y temen no poder adaptarse a una nueva forma de hacer las cosas. Se cuestionan a sí mismos y su capacidad y se vuelve abrumador. Si enfatiza los impactos positivos del cambio, mitiga significativamente esta respuesta de miedo y ayuda a las personas a ver la transición como una oportunidad frente a una amenaza.
La reestructuración cognitiva es una gran herramienta para lograr esto, ya que replantea el mensaje de negativo a positivo: es decir, en lugar de pensar que la próxima fusión va a crear mucho más trabajo, piense en las nuevas habilidades que se aprenderán y las oportunidades de carrera que se abrirán como resultado.
Anime a los equipos a hacer una lluvia de ideas sobre los impactos positivos del próximo cambio y celebre las pequeñas victorias a medida que ocurren.
Manténgase orientado a los objetivos
Los objetivos son lo que mantiene a las personas avanzando y este impulso hacia adelante fomenta una experiencia sólida y positiva para los empleados. Establecer nuevos hitos ayuda a cambiar el enfoque de los desafíos inmediatos asociados con el cambio a lo que se puede y se logrará a medida que avanza el cambio.
Utilice el establecimiento de objetivos como parte de su proceso continuo de gestión del desempeño y asegúrese de que las personas se hayan fijado metas tanto profesional como personalmente. A medida que ocurra el cambio, anime a las personas a hacer referencia a estos objetivos y determinar cómo el cambio promueve su plan.
Maneje el estrés
A pesar de adoptar un enfoque positivo para el cambio, el hecho es que el cambio induce estrés. Incluso cuando el cambio en sí es positivo, como una promoción o la actualización del equipo, la interrupción crea estrés. Manejar ese estrés es clave para garantizar una experiencia positiva de los empleados en el entorno laboral.
Fomente prácticas efectivas de manejo del estrés dentro de su organización y proporcione recursos para promover rutinas saludables de autocuidado, incluidos ejercicios y dieta, atención plena y ejercicios de resolución de problemas.
Concéntrese en lo que se puede controlar
La falta de control durante el cambio es a menudo la raíz de la resistencia y los sentimientos asociados de estrés y ansiedad. Reconocer que algunas cosas en la vida están más allá del control de uno es un primer paso poderoso para adaptarse al cambio. Luego, hacer una lista de lo que se puede controlar ayuda a mejorar esos sentimientos. Incluya a los empleados en el plan de cambio tanto como sea posible y trabajen juntos para crear un plan detallado que describa las diversas etapas y responsabilidades durante el cambio.
Use listas de verificación y otros recordatorios visuales de lo que los empleados pueden hacer para avanzar en el cambio. Vincule los diversos resultados del cambio con los objetivos de los empleados y ayúdelos a ver cómo su papel encaja en el plan de cambio más amplio.
¡Comunicar!
La comunicación es clave para cualquier iniciativa de cambio exitosa. No solo necesita comunicar sus expectativas y planes en torno a los cambios que tienen lugar, sino que también debe dedicar tiempo a comunicarse sobre los sentimientos de las personas sobre el cambio. Anime a las personas a hablar sobre sus preocupaciones y hacer preguntas.
Sea transparente, aborde las preguntas e inquietudes de manera honesta y auténtica, y explique el proceso de toma de decisiones. Estén dispuestos a compartir sus propios sentimientos sobre el cambio y reconozcan que también tienen ansiedades y luego estén dispuestos a apoyarse mutuamente a medida que avanzan.
Proporcionar apoyo de salud mental
Como parte de un sólido plan de gestión del cambio, la salud mental y el bienestar son un elemento crucial. Adaptarse al cambio es un viaje muy personal. Algunas personas están mejor equipadas que otras para manejar sus emociones y el miedo que conlleva. Proporcionar apoyo de salud mental como parte de sus prácticas generales de bienestar proporciona otra capa de protección y fomenta una respuesta de cambio positiva.
Asegúrese de que su gente conozca los beneficios de salud mental disponibles para ellos, incluso a través de un EAP o programas de beneficios extendidos. Considere agregar asesoramiento o entrenamiento específico de gestión del cambio durante los períodos de cambio agudo. Y manténgase en sintonía con su gente: pregúnteles cómo están lidiando y diríjalos a los recursos según sea necesario.
Crear una experiencia excepcional para los empleados durante el cambio no solo es factible, sino que es esencial. Y dado que el lugar de trabajo moderno es un caldo de cultivo para el cambio, ayudar a su gente a adaptarse al cambio de manera efectiva y positiva tendrá un impacto duradero en la experiencia de sus empleados y su nivel de satisfacción en el lugar de trabajo. Además, las estrategias para gestionar el cambio son parte de una cultura organizacional vibrante y ayudarán a su gente a apoyar su propio crecimiento y el de los demás a medida que avanzan.
Para obtener más información sobre cómo crear una experiencia excepcional para los empleados y cómo su cultura respalda este viaje, comuníquese con nosotros hoy.
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