Los colaboradores componen un grupo diverso con intereses variados. Cada uno ha tenido experiencias de vida diferentes y lo que es motivador para uno puede no serlo para otro. Cuando se dirige un equipo puede resultar un tanto difícil mantener a todos en la misma página y motivarlos para que den lo mejor de sí.

Ser líder significa mucho más que ser manager, no solo hay que planificar y organizar las tareas de acuerdo con las fortalezas y capacidades de los miembros del equipo. Un líder también debe inspirar motivación en sus colaboradores y hacer que trabajen como un equipo con el objetivo de mejorar y hacer crecer la empresa.

A continuación te presentamos algunas recomendaciones para sacar lo mejor de tus colaboradores.

Establecer metas claras, pero dejar que los colaboradores encuentren su propia forma de alcanzarlas

Las personas que trabajan para vos deben estar intrigadas e interesadas en lo que están haciendo para estar motivadas y tener una mente abierta para mejorar los proyectos en los que están trabajando. Pero esto no se puede lograr si estás siempre mirando por encima de sus hombros y microgestionando cada aspecto, sin darles libertad para tomar decisiones. Los personas tienden a volverse dubitativas, incómodas y faltas de confianza en su trabajo en este tipo de entornos, lo que genera poca creatividad y pérdida de oportunidades para encontrar nuevas innovaciones.

Monitorear su trabajo manteniendo distancia

Cuando tu equipo está trabajando para alcanzar las metas establecidas, deberías controlar su progreso, pero nunca exagerar. Existe una delgada línea entre estar interesado en su progreso y entrometerse en sus enfoques personales o tratar de hacer su trabajo por ellos. Dales libertad para trabajar a su propio ritmo y tratá de no forzar ningún método. Escuchá qué es lo que necesitan y ayudalos a superar cualquier obstáculo que puedan estar enfrentando.

Hacé que el trabajo de tu equipo sea más fácil, no más difícil

Si querés mantener una buena moral y una actitud positiva entre tus colaboradores, estate atento de no criticar y controlar demasiado sus esfuerzos. Es mejor apoyarlos y proveerles las herramientas necesarias para que tengan éxito.

Esto ayuda a eliminar los obstáculos de su progreso en la medida de lo posible, ayudándolos a alcanzar sus metas lo más rápido posible. A su vez, incrementa su confianza al saber que su manager está detrás de ellos y sus ideas.

Tratá de ser su defensor en la organización – vos tenés las herramientas para hacer que su trabajo sea más fácil y que ellos pueden concentrarse en sus proyectos.

Creá y separá los procesos de generación de ideas y de evaluación de ideas

Tanto la creación como la evaluación de ideas son primordiales para el proceso de innovación, por lo que hay pasos claves que deben seguirse para lograr el éxito. No cometas el error común de mezclar la generación de ideas con la evaluación de ideas. Esto puedo tener un efecto negativo en el proceso de innovación. Estos procesos deben estar separados porque son completamente diferentes.

La generación de ideas es un proceso que necesita enfocarse en la cantidad, en esta etapa no hay ideas malas. Dicho en forma simple, es mejor tener quince ideas entre las cuales elegir que cinco. Adicionalmente, si una idea se descarta en una etapa temprana, no se le da la oportunidad de convertirse en una solución de avance potencial.

El proceso de evaluación de ideas es bastante diferente, se centra en trabajar con el conjunto de ideas generadas y evaluar sus puntos positivos y negativos, tratando de averiguar si la idea es factible y cumple con los recursos, políticas y objetivos a largo plazo de la organización.

Reconocé el esfuerzo y premiá a tu equipo

Mostrar aprecio por la ética de trabajo y la integridad profesional de tu equipo hará que ellos se sientan empoderados. Ellos continuarán produciendo un trabajo de alta calidad y realizarán esfuerzos que son recompensados. Animarlos a progresar y proveerles incentivos a lo largo del camino demostrará tus habilidades de liderazgo, al mismo tiempo que los ayuda a ellos a convertirse en un equipo sólido y producir el mejor trabajo posible.

La forma más segura de sacar lo mejor de tu equipo es creer en lo mejor de ellos. Eso significa comenzar por asumir que van a sobresalir en cada tarea, incluso cuando aún no haya evidencia que sustente ese optimismo. Esto significa confiarles cosas que aún no sabés que ellos pueden hacer, sin juzgar y dándoles un feedback sincero.

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